Perspectivas para rentas multiactivos en 2025: a mayor amplitud, mejor

18 diciembre 2024
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Los inversores dispondrán de un conjunto mayor de oportunidades en 2025, aunque la menor certidumbre en cuanto al 2S exige un enfoque dinámico.

En 2024, la inflación global retrocedió hacia los objetivos de los bancos centrales, abriendo así la puerta a las tan esperadas rebajas de tipos. Durante el año, la renta variable mostró un mejor comportamiento relativo en un entorno de crecimiento más positivo de lo previsto, con un pequeño grupo de valores estadounidenses con gran potencial a la cabeza. En renta fija, el crédito también tuvo un comportamiento destacado, impulsado por el estrechamiento de los diferenciales y un carry atractivo. Por otra parte, la volatilidad siguió siendo la tónica dominante en los mercados de deuda pública. A pesar del comienzo de las políticas expansivas, los yields de los bonos con vencimientos largos cerraron en niveles más altos, ya que el crecimiento sorprendió positivamente y los inversores se preparaban para una posible política fiscal expansiva en Estados Unidos.

A corto plazo, prevemos que se mantenga este mismo contexto, que seguirá favoreciendo a las estrategias de renta multiactivos. No obstante, el aumento de las tensiones geopolíticas y la incertidumbre en torno a las políticas de la nueva administración estadounidense enturbian el horizonte, por lo que será vital estar atentos.

El mundo se prepara para un cambio en la dirección de las políticas estadounidenses.

Los fundamentales económicos de Estados Unidos se fortalecieron durante todo 2024 gracias a la solidez del consumo, el crecimiento de los salarios y un sector servicios fuerte. A menos que se produzca un shock externo, no vemos motivos para que esta dinámica se invierta a principios de 2025. Sin embargo, las cosas no están tan claras en lo que respecta al segundo semestre del año.

Vemos dos posibles desenlaces a raíz de la victoria electoral del Partido Republicano estadounidense. Por un lado, las posibles rebajas fiscales y una regulación más laxa de sectores clave podrían impulsar la productividad y el producto interior bruto de Estados Unidos. Por otro lado, las propuestas políticas en materia de comercio e inmigración podrían elevar el riesgo de un entorno «estanflacionista».

Las políticas adoptadas en 2016 pueden servir de orientación, pero las condiciones macroeconómicas y de mercado que se encontrará la próxima administración son muy distintas de las de aquella época, entre ellas, unas valoraciones más elevadas de los mercados de capitales y menor margen de maniobra (Gráfico).

El contexto en el que comenzará el segundo mandato de Trump será muy distinto del que había en el primero
From stock values to interest rates, seven key indictors look very different in 2024 versus 2016.

El análisis actual no garantiza los resultados futuros.
Diferencial de la deuda high yield EE. UU. medido como diferencial ajustado por opciones (OAS).
A 30 de noviembre de 2024.
Fuente: Bloomberg, Reserva Federal de EE. UU., Oficina de Administración de la Casa Blanca y AllianceBernstein (AB)

 

Aunque hay incertidumbre sobre lo que puede deparar 2025, nos parece que hay una cosa evidente: la excepcionalidad de Estados Unidos probablemente se mantendrá y la distancia con la producción económica y la política monetaria de otras regiones se ampliará.

El contexto de 2024 favorece a los activos de riesgo, pero es fundamental ser selectivos 

Prevemos un entorno de crecimiento económico razonable, descenso de la inflación y normalización de la política monetaria en 2025. Este contexto debería brindar apoyo a los activos de riesgo, como la renta variable y el crédito, aunque también a la deuda pública, todos ellos pilares fundamentales de una estrategia de renta multiactivos.

No obstante, creemos que, debido al fuerte repunte que han experimentado la renta variable y el crédito en los últimos años, ya se ha descontado un desempeño óptimo de muchas áreas del mercado. Esto podría potenciar el impacto de cualquier volatilidad del mercado, por lo que ser selectivos es ahora más importante que nunca. 

La renta variable de EE. UU. parece especialmente convincente, pero hay que tener una mirada amplia

Creemos que la renta variable debería tener más margen de subida mientras la economía aguante. Actualmente vemos más oportunidades en empresas estadounidenses que en las de otros mercados desarrollados. A pesar de las altas valoraciones de la renta variable estadounidense, prevemos vientos favorables provenientes del constante desarrollo de la IA, de unos beneficios más sólidos y de la posibilidad de un contexto regulatorio más laxo. Además, la renta variable de EE. UU. ha mostrado tradicionalmente un buen comportamiento después de que la Fed rebaje los tipos, salvo en épocas de recesión (Gráfico). 

Las acciones de EE. UU. se han comportado bien tras las rebajas de tipos, salvo en épocas de recesión
The S&P 500 median return was 5.7% in the first three months after easing began, 11.9 after six months.

La rentabilidad histórica no es una garantía de los resultados futuros.
El gráfico muestra los ciclos expansivos de la Fed que comenzaron el 10 de febrero de 1984, el 6 de mayo de 1989, el 7 de junio de 1995, el 1 de marzo de 2001, el 18 de septiembre de 2007 y el 31 de julio de 2019.
Datos de noviembre de 2024.
Fuente: Bloomberg, J.P. Morgan y AB

Prevemos que las acciones de EE. UU. superen en rentabilidad a las de otros países desarrollados y que sus empresas experimenten un crecimiento generalizado de los beneficios. Sigue dando la impresión de que las Siete Magnificas están bien posicionadas para experimentar un mayor incremento de sus beneficios, pero de cara a 2025 ha disminuido la brecha prevista con el resto del mercado y se prevé que sea la más estrecha de los últimos siete años (Gráfico).

Se prevé que las Siete Magníficas sigan encabezando los beneficios, pero la brecha se está estrechando
Expectativas de consenso sobre beneficios (Porcentaje)
In 2024, Mag Seven earnings growth was projected at 51%, but just a 16% for 2025, more in line with the 12.6% for the S&P.

El análisis actual no garantiza los resultados futuros.
EE. UU. representado por el S&P 500; Siete Magníficas por el UBS Mag 7 Index; EE. UU. exc. Siete Magníficas por el Bloomberg US Large Cap ex Mag 7 Index, y Europa por el MSCI Europe Index. Todas las cifras en USD.
A 11 de diciembre de 2024
Fuente: Bloomberg y AB

 

Prevemos que esta ampliación del mercado beneficie a las estrategias de renta multiactivos que tienen margen para diversificar entre mercados de renta variable, sobre todo en áreas como las acciones que ofrecen altos dividendos y con mínima volatilidad, cuyas valoraciones son más aceptables.

En un plano más táctico, vemos oportunidades atractivas en acciones estadounidenses de pequeña capitalización. Las empresas pequeñas suelen estar más orientadas al mercado nacional, por lo que se beneficiarían especialmente de la agenda de la nueva administración estadounidense —muy centrada en su mercado—, y de la reducción prevista del impuesto de sociedades. Las empresas de pequeña capitalización también presentan un mayor apalancamiento en sus balances, de forma que la normalización de los tipos de interés sería positiva para ellas.

Priorizar la alta calidad en renta fija

Aunque los diferenciales de crédito parecen caros en términos históricos, los yields totales siguen siendo muy atractivos. Creemos que los bonos de alta calidad con grado de inversión ofrecen una fuente ideal de rentas para las estrategias multiactivos, ya que tienen la capacidad de proporcionar rentabilidades totales sólidas incluso aunque no veamos un descenso sustancial de los yields (Gráfico).

Los bonos con grado de inversión ofrecen un potencial atractivo de rentabilidad total
Rentabilidad a un año y variaciones del yield (Porcentaje)
A 0% decline in yields would potentially provide a 5.1% return for IG bonds, more than twice that for 1% yield drop.

La rentabilidad histórica no es una garantía de los resultados futuros.
Supone que las variaciones de tipos son de la misma magnitud (al alza o a la baja) para todos los vencimientos de la curva de tipos. Rentabilidades medidas por el US Corporate Total Return Value Index (in unhedged USD).
A 30 de noviembre de 2024.
Fuente: Bloomberg y AB

 

En nuestra opinión, los bonos con grado de inversión también son interesantes desde la perspectiva de la gestión del riesgo. Aunque no es nuestro escenario principal, un aterrizaje brusco favorecería un sólido comportamiento de esta clase de activos, y un descenso de los yields contrarrestaría con creces unos diferenciales más amplios.

Los fundamentales de las empresas siguen siendo generalmente sólidos, y no prevemos que en 2025 se produzca un deterioro sustancial de la calidad crediticia. Los diferenciales son estrechos, pero históricamente han mostrado la capacidad de mantenerse en un rango estrecho durante cierto tiempo, pudiendo además beneficiarse de la demanda de los inversores ante la constante caída de los tipos de interés del efectivo.

Ampliar duración, pero posicionarse para una mayor positivación de la curva de tipos 

Creemos que, de cara a 2025, también es prudente ampliar la duración — o la sensibilidad al riesgo de tipos de interés—, algo que generalmente se lograría añadiendo exposición a bonos de deuda pública. Además, pensamos que es un buen momento de entrada: por primera vez desde 2022, el yield del bono del Tesoro estadounidense a 10 años ha superado el tipo de interés del efectivo a tres meses, medido por el yield del bono del Tesoro de EE. UU. a 3 meses.

Aunque prevemos un descenso general de los yields, en el caso de los vencimientos más largos, estos podrían mantenerse en niveles altos durante más tiempo debido a la preocupación del mercado sobre el creciente déficit presupuestario de Estados Unidos y el repunte de la inflación. La curva de tipos también tiende a positivizarse durante ciclos expansivos, por lo que actualmente creemos que el perfil de riesgo-remuneración es más favorable en los vencimientos cortos e intermedios (2 a 10 años).

En conclusión, prevemos que el mercado estadounidense mantenga su liderazgo, respaldado por un contexto económico más sólido, la desregulación y una administración potencialmente más favorable a las empresas. Si bien las valoraciones de las acciones han regresado a niveles de 2021, los yields de los bonos parecen más razonables y permiten amortiguar en gran medida futuras rebajas de tipos.

También prevemos que las correlaciones entre las acciones y los bonos se reduzcan. Esta circunstancia debería reafirmar la dinámica complementaria que podría impulsar las rentabilidades ajustadas al riesgo para las estrategias de renta multiactivos. Otro elemento fundamental será la diversificación entre estilos, sectores y factores dentro de las distintas clases de activos, especialmente si durante el año se produce un aumento de los riesgos estanflacionistas. 

En nuestra opinión, sigue habiendo un entorno favorable para que las estrategias multiactivos generen tanto yields como potencial alcista, pero, como siempre, un enfoque flexible y dinámico seguirá siendo fundamental a medida que en 2025 se amplíe el conjunto de oportunidades.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.