Cómo construir una cartera de renta variable temática

13 noviembre 2024
4 min read

Desde la selección de valores hasta la elección del índice, la construcción de una cartera temática activa es fundamental para aprovechar su potencial. 

Resulta tentador pensar que las carteras temáticas de renta variable son fundamentalmente diferentes de otros tipos de carteras. Al fin y al cabo, si una tendencia temática impulsa el crecimiento de los beneficios en sectores, industrias y mercados claramente definidos, cabe suponer que construir una cartera de empresas que se encuentren en el centro de la acción es una tarea relativamente sencilla.

Sin embargo, no es tan fácil como parece. Creemos que las carteras temáticas deben construirse con el mismo rigor y la misma disciplina que cualquier otra cartera de renta variable activa. La principal diferencia está en cómo se define el conjunto de oportunidades; es decir, el universo de acciones con exposición al tema. Ese proceso comienza con la identificación de un tema y los distintos subtemas claramente definidos para, a continuación, crear un universo de acciones que refleje pureza temática.

Dado que los temas y los subtemas evolucionan constantemente, es evidente que un universo temático de acciones también cambiará a lo largo del tiempo. Eso significa que los inversores deberían actualizar el universo temático cada cierto tiempo para asegurarse de que refleja fielmente el tema escogido. Sin embargo, no hay que caer en la trampa del cortoplacismo redefiniendo de forma reactiva los criterios de un tema de inversión para intentar “encajar” una acción en una cartera. A nuestro juicio, la definición de los temas debe ser estricta, y los cambios en los subtemas y las posiciones deben realizarse conforme a una serie de principios y un proceso riguroso.

Elegir acciones con poder de permanencia

La manera en que los inversores elijan las acciones para una cartera temática determinará en última instancia su capacidad de ofrecer el potencial de rentabilidad del tema. Por ello, creemos que la gestión activa resulta especialmente importante en estas carteras. De hecho, algunas empresas que están expuestas a un tema podrían simplemente no tener un buen negocio o estar sujetas a una mala gestión, y aun así, formar parte de carteras temáticas pasivas. Además, incluso en las carteras activas se necesita un proceso claramente definido para garantizar que los inversores no se vean seducidos por historias temáticas atractivas de acciones que ofrecen rentabilidades superiores, pero que no están respaldadas por fundamentales sólidos.

Evidentemente, los procesos de selección de valores diferirán dependiendo de la filosofía de inversión de la cartera. No obstante, hay una serie de principios básicos que siempre deberían aplicarse.

Creemos que las herramientas cuantitativas y el análisis fundamental deberían utilizarse juntos para crear carteras (Gráfico). El análisis fundamental se emplea para generar ideas de inversión relacionadas con las perspectivas de negocio y las ventajas competitivas de una empresa. Por su parte, el análisis cuantitativo ayuda a cribar un universo amplio de acciones para identificar empresas con sólidas características cuantitativas, como calidad (p. ej., rentabilidad y solidez del balance), valoración, momentum y sentimiento. 

Principales atributos de las inversiones temáticas atractivas
An illustrative graphic highlights the importance of thematic alignment, fundamental strength, quantitative inputs and optimal return/risk spread when selecting securities for a thematic portfolio.

Información proporcionada exclusivamente a título ilustrativo.
Fuente: AllianceBernstein (AB)

El análisis debe evaluar la estrategia de negocio, los equipos de dirección y el poder de fijación de precios de una empresa, aparte de la valoración del precio de la acción en relación con su potencial de beneficios. Incluso las empresas sólidas pueden negociarse a valoraciones caras que añaden riesgo de inversión. Para generar alfa —o rentabilidades superiores a las del mercado—, los inversores deben centrarse en temas convincentes, seguir la evolución de las tendencias y empresas relacionadas con ellos, y descubrir las mejores acciones de ese tema dentro del universo definido. Las herramientas de gestión del riesgo son fundamentales porque los universos temáticos pueden estar más concentrados o sesgados hacia distintos estilos de inversión, factores y capitalizaciones de mercado.

Más allá de la selección de valores, las consideraciones técnicas que determinan la construcción de una cartera también deben tenerse en cuenta en cualquier asignación temática. Algunas cuestiones requieren una atención especial.

Índices de referencia y fuentes de riesgo

Elegir un índice de referencia tradicional de tipo general puede ser arriesgado, ya que el grupo de acciones seleccionadas para representar un tema particular probablemente creen una asignación muy distinta a la de esos índices. Casi seguro, las ponderaciones de sectores o industrias en las carteras temáticas serán diferentes a las de los índices de referencia generales. Además, las exposiciones a factores o estilos serán notablemente diferentes incluso en los distintos temas. En consecuencia, las carteras temáticas generalmente tendrán un error de seguimiento ex-ante mucho mayor respecto a un índice de referencia general.

No obstante, un gestor juicioso debería ser capaz de medir y definir claramente las fuentes de riesgo activo frente a un universo concreto de empresas alineadas con uno o varios temas específicos. Aunque algunas carteras temáticas están referenciadas a un índice de mercado general, creemos que los inversores pueden beneficiarse de utilizar un índice temático para comprender mejor los patrones de rentabilidad, especialmente durante períodos cortos. Sin duda, expresar y comunicar de dónde proviene el riesgo activo en una cartera temática puede ayudar a los clientes a tomar decisiones de asignación más fundadas.

Los índices de referencia temáticos pueden ser útiles para ayudar a las carteras a generar ideas de inversión, ya que proporcionan un cribado básico de empresas que refleja un conjunto de oportunidades del que puedan surgir buenas inversiones.

Este enfoque también ofrece una forma más efectiva de evaluar el perfil de riesgo/remuneración de una cartera temática (Gráfico). Por ejemplo, medimos los atributos de tres carteras temáticas modelo frente a un índice temático y frente al MSCI World Index, de carácter general. Dichas carteras mostraron un error de seguimiento mucho más bajo, de alrededor del 3%, respecto al índice temático, y de entre el 4,1% y el 4,9% respecto al índice general. Además, el riesgo de la cartera modelo frente al del índice del índice general está supeditado a factores como los países, los sectores y los estilos. Por el contrario, cuando se compara con el índice de referencia, el riesgo de la cartera temática modelo está supeditado al riesgo de los valores concretos.

Los índices temáticos pueden ayudar a evaluar el perfil de riesgo-rentabilidad
Porcentaje
Los índices temáticos pueden ayudar a evaluar el perfil de riesgo-rentabilidad

La rentabilidad histórica no es una garantía de los resultados futuros.
*Los factores de renta variable son, entre otros, países, sectores y estilos
A 31 de mayo de 2024
Fuente: MSCI Barra y AB

También podemos evaluar los riesgos de los factores, sectores, estilos y divisas en consecuencia. No obstante, los inversores deben ser conscientes de lo que implica utilizar un índice temático específico. A corto plazo, cabe esperar grandes desviaciones respecto a un índice general. Sin embargo, a largo plazo, prevemos que los temas con un mayor crecimiento esperado superen a los índices de referencia generales. Si se entiende el equilibro entre diversificación y rentabilidad a corto plazo, los clientes estarán mejor preparados para afrontar períodos en los que una estrategia temática lo haga peor que el mercado en general.

Entender esos equilibrios puede ayudar a los gestores de carteras a evaluar los pros y los contras de cada enfoque. Por ejemplo, una cartera que tenga un riesgo más bajo que un índice temático tendría un posicionamiento relativamente pasivo en el tema. Sin embargo, esa cartera seguiría teniendo un riesgo activo elevado en comparación con el índice general del mercado. Creemos que las carteras temáticas activas deberían ser capaces de demostrar que están asumiendo un riesgo activo frente al índice temático.

Los índices de referencia temáticos también pueden ayudar a los inversores a medir la rentabilidad y evaluar la eficacia de una estrategia temática activa. Si el índice temático se comporta bien, pero la cartera ofrece una rentabilidad relativa inferior, significa que más que en el tema en sí, el problema está en una selección de valores poco acertada.

Este blog se basa en nuestro reciente libro blanco, titulado: Thematic Investing: More Than Just a Good Story.

Las opiniones expresadas en este documento no constituyen análisis, asesoramiento de inversión ni recomendación de negociación y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones pueden cambiar a lo largo del tiempo.