Por otra parte, los estímulos de los gobiernos y de los bancos centrales —como las políticas de bajos tipos de interés y los programas de compra de activos— han contribuido a la liquidez del mercado y a la financiación de las empresas durante la crisis. Creemos que los tipos se mantendrán en bajos niveles durante bastante tiempo y que muchos programas de estímulo, incluyendo en materia fiscal, se prolongarán hasta la recuperación. Cabe esperar que esto continúe favoreciendo a los mercados de crédito.
Se pueden encontrar valoraciones atractivas, pero es necesario ser selectivos
En los mercados desarrollados, los diferenciales del crédito corporativo prácticamente ya se han recuperado, y se sitúan ligeramente por encima de los niveles previos a la COVID-19. Esto podría parecer sorprendente en esta fase de la recuperación. Sin embargo, dado que la migración y la morosidad del crédito han dado lugar a una calidad superior de los índices, las comparaciones históricas resultan menos fiables. De hecho, una vez ajustado a la calidad, el crédito presenta unos precios con unos diferenciales más atractivos hoy en día que en este punto de un ciclo de recuperación tradicional.
La clave está en ser selectivos. La dispersión de los diferenciales entre los diferentes sectores y dentro de estos seguirá siendo significativa. Se requerirá un análisis fundamental exhaustivo para identificar correctamente las oportunidades y para diferenciar a los ganadores de los perdedores.
Por ejemplo, las empresas con un nivel de endeudamiento más elevado y modelos de negocio sensibles, tales como las de alquiler de vehículos, probablemente seguirán afrontando dificultades. Por otra parte, algunos títulos seleccionados de sector de los viajes y cíclicos cotizan con primas atractivas y pueden ofrecer mejores oportunidades. Buscamos empresas con balances sólidos, negocios más duraderos, políticas financieras disciplinadas y un acceso demostrable a los mercados de capitales, tanto en forma de inyecciones de capital como de emisión de deuda.
Por último, los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) están adquiriendo cada vez más importancia tanto para los inversores como para las empresas en las que invierten. Las empresas con unas puntuaciones ESG elevadas están mejor valoradas y aquellas con puntuaciones bajas afrontan crecientes dificultades para refinanciar la deuda. Esta tendencia se aceleró en 2020 y prevemos que adquirirá más fuerza en los próximos meses y años.
Oportunidades de crédito en las diferentes regiones
Los inversores en crédito global pueden encontrar oportunidades en las diferentes regiones gracias a las disparidades de las rentabilidades y a su exposición heterogénea a la recuperación económica.
Por ejemplo, entre las inversiones en crédito con grado de inversión, determinados títulos corporativos de mercados emergentes ofrecen ventajas de rentabilidad atractivas en comparación con los mercados de la zona del euro y de EE. UU. Los mercados emergentes también están preparados para beneficiarse de un mayor impulso tras la llegada de las vacunas y de una posible recuperación temprana.
Las diferencias regionales también son evidentes por lo que respecta al nivel de estímulo que reciben de sus bancos centrales. Por consiguiente, a la hora de valorar las oportunidades, los inversores tienen que equilibrar los potenciales beneficios de la recuperación económica con la poderosa ventaja de los programas de compra de activos de los bancos centrales.
En los mercados de alta rentabilidad, puede que el crédito de EE. UU. se beneficie de un mayor rebote económico, pero la alta rentabilidad de la zona del euro se ve favorecida por un fuerte respaldo del Banco Central Europeo (BCE), así como por una calidad del crédito total superior y una menor exposición al volátil sector energético.
Por lo que respecta al grado de inversión de EE. UU., en estos momentos seguimos observando valor en determinados títulos de crédito con calificación BBB seleccionados. En el segmento de alta rentabilidad de la zona del euro, creemos que la deuda con calificación BB y algunos bonos de deuda subordinada de capital adicional de nivel 1 (AT1) del sector bancario resultan atractivos. En el mercado de alta rentabilidad de EE. UU., de mayor tamaño, observamos oportunidades en títulos con calificación B y CCC seleccionados.
Los títulos corporativos de alta rentabilidad de mercados emergentes requieren prudencia. En nuestra opinión, se debe prestar especial atención a las empresas con altos niveles de transparencia y visibilidad por lo que respecta a los flujos de caja futuros. Las valoraciones actuales del crédito asiático resultan particularmente atractivas. En este segmento los diferenciales se aproximan actualmente a sus máximos históricos, mientras que los fundamentales del crédito subyacente se mantienen en gran medida estables.
Puntos a observar que es poco probable que deterioren las perspectivas para el crédito
El camino por recorrer puede contener sorpresas y desafíos, pero observamos abundantes oportunidades en los mercados de crédito, en vista de la continuidad de la política monetaria acomodaticia, del estímulo económico prometido y de la mejora de los niveles de actividad económica.
Consideramos que los enfoques multisectoriales de gestión activa ofrecen el mejor potencial de rentabilidad ajustada al riesgo, en particular en tiempos de abundante incertidumbre. Estas estrategias pueden combinar el riesgo de tipos de interés con fuentes de riesgo crediticio más diversas —incluyendo deuda titulizada y de mercados emergentes—, así como todo el conjunto de crédito corporativo de mercados desarrollados.
En un mundo con más de 17 billones de dólares estadounidenses de deuda con rentabilidad negativa, algunas partes del mercado de crédito global destacan como grupo de activos significativo y susceptible de inversión que ofrece unos niveles de rentabilidad atractivos. Con unos fundamentales y unas valoraciones favorables, y unos factores técnicos muy positivos, es posible que el crédito global se encuentre en efecto en su punto óptimo para 2021.
Fuentes: Bank of America, Bloomberg Barclays, Morgan Stanley, Standard & Poors, AllianceBernstein (AB)